sábado, 5 de noviembre de 2011

Schinkenflecken

No soy amigo de cocinar con sobras, pero lo hago cuando el resultado: a) es tanto o más sabroso que la comida original, b) lleva un nombre (sí, tambien en la cocina soy nominalista).
Por ejemplo: los buñuelos hechos con la espinaca o el arroz que sobraron del día anterior. En este caso, la receta se llama Schinkenflecken y su base son los fideos con manteca que sobraron "de anoche" (o de dos noches previas: más ya es de entreguerras).
Como su nombre lo indica, los Schinkenflecken llevarán "manchas de jamón", es decir: jamón cocido levemente tostado (o, como yo los prefiero: panceta ahumada totalmente desgrasada y crocante).
Hacerlos es tan sencillo....: se ponen a calentar los fideos sobrantes en una cacerola mientras la panceta se dora. Cuando están calientes se les echa encima un huevo o dos (según la cantidad de fideos) y se revuelve enérgicamente, tratando de que el huevo coagule preferentemente sobre la pasta y no en el fondo de la cacerola (de todos modos, se raspará el fondo sin conmisceración alguna). El huevo debe quedar cocido pero no reseco. Finalmente, se sirve con los pedacitos de panceta o jamón mezclados y el clásico toque de pimienta recién molida.
Recetas más ortodoxas ponen la mezcla en el horno, con crema y queso parmesano por encima para que gratine (y los fotógrafos exigirán, por manía, el "verde" espolvoreado), pero creo que no vale la pena tanto trabajo si el manjar es instantáneo.
Otra opción es aumentar la cantidad de huevos hasta obtener una tortilla.
Mis Schinckenflecken (comida de infancia) funcionan con cualquier tipo de fideos, pero siempre los he hecho con fideos largos.


1 comentario:

Demian dijo...

Acabo de sacar los fideos viejos de la heladera. Pruebo y te cuento.