Me piden recetas para cocinar pollo.
Yo no cocino pollo, y prefiero no comerlo (es decir: lo como sin chistar pero nunca lo elijo). Las razones son éticas: detesto el modo en que los pollos son criados, en jaulas en las que apenas si pueden moverse, alimentados con hormonas.
Si tengo que comer carne (pero puedo prescindir de ella durante períodos más bien largos), prefiero que sea de algún animal que haya tenido una vida feliz. Las vacas, en nuestro país, al menos, no la pasan tan mal.
Si tengo que comer carne (pero puedo prescindir de ella durante períodos más bien largos), prefiero que sea de algún animal que haya tenido una vida feliz. Las vacas, en nuestro país, al menos, no la pasan tan mal.
Cuando expongo mi teoría (siempre hay gente dispuesta a interferir con nuestros gustos y nuestras predilecciones, porque parecen señalarles cosas que ellos no se detuvieron a pensar) me mientan los mataderos. Sea. Los animales que comemos mueren todos brutalmente, pero al menos, algunos de ellos, han podido rumiar su relación con la naturaleza. Los pobres pollos, no.
¡Pero hay pollos de campo! Eso dicen. Sólo comería con un cierto placer un pollo de campo garantizado: al que haya visto corretear y comer lombrices yo mismo. Y en ese caso, creo que se me cerraría el estómago de la pena.
No, definitivamente prefiero no comer pollo (dentro de poco, me prohibiré también el cerdo, y por las mismas razones). Y creo que todos deberíamos hacer lo mismo, como protesta. La carne de pollo de las carnicerías y los supermercados sabe a alimento balanceado pero, sobre todo, a crueldad y a desesperación.
En cuanto a los huevos, sólo cocino con huevos de campo certificados, que mi mamá compra al huevero que todos los domingos le acerca dos docenas a la puerta de su casa.
No, definitivamente prefiero no comer pollo (dentro de poco, me prohibiré también el cerdo, y por las mismas razones). Y creo que todos deberíamos hacer lo mismo, como protesta. La carne de pollo de las carnicerías y los supermercados sabe a alimento balanceado pero, sobre todo, a crueldad y a desesperación.
En cuanto a los huevos, sólo cocino con huevos de campo certificados, que mi mamá compra al huevero que todos los domingos le acerca dos docenas a la puerta de su casa.
5 comentarios:
Daniel:
yo podría quizás privarme del pollo, pero nunca jamás de las papas que se hacen en la misma asadera que el pollo.
eso que le pasa tiene tratamiento.
Concluyo que el avance de la cría de vacas en feed lots es directamente proporcional a tu conversión al vegetarianismo.
A mí empieza a resultarme confortable la idea de vacas y pollos y chanchos modificados genéticamente para no tener sistema nervioso. Bolas de carne sin sensación alguna, creciendo en impolutas factorías operadas por robots.
que asco federico pensar en bolas de carne asi...Narda Lepes dice algo de que uno se tiene que bancar la muerte de lo que come, hacerse cargo. Lo de las bolas sin sensacion aumenta la inimputabilidad, ja.
Daniel: Para que vuelvas a comer pollo y cerdo y salchichas y chorizos y morcillas te dejo el mail de una granja que se llama GRAFER ecografer@hotmail.com. ellos tienen el campo en cañuelas y podes visitarlos. en capital los podes encontrar en El Galpón en Av. Fedreico Lacroze (Chacarita) los sabados o miercoles de 10 a 18 hs
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